Ante la actual situación económica poco favorable en la mayoría de países dentro y fuera de la Unión Europea, la posibilidad de contemplar financiación pública como un paraguas bajo el cual resguardarse de la tormenta con la finalidad de obtener un sustento económico para desarrollar proyectos culturales se hace impensable ¡Sé positivo! Como siempre la adversidad atañe retos que pueden ser afrontados con buenas ideas, trabajo duro y un poco de creatividad!
En la última década se está materializando el dicho de divide y vencerás sobretodo en términos monetarios. La financiación colectiva se ha incorporado poco a poco en nuestro vocabulario y gran culpa la tienen las redes sociales que han puesto bajo los focos conceptos como el de Crowfunding a base de viralizar numerosos proyectos financiados con este sistema. Consecuencia de este hecho, muchos individuos anónimos se han atrevido a emprender e iniciar sus proyectos para perseguir sus metas profesionales.
Cada tipología de proyecto tiene su método de financiación, así es como en el ámbito cultural se ha bautizado como Fundraising Cultural a su metodología de patrocinio unitario o colectivo.
¿Qué conlleva el Fundraising cultural?
Independientemente de la terminología no debes olvidar que la recaudación de fondos es una de las ramas de la gestión empresarial, por tanto el Fundraising Cultural es relevante para otros aspectos de la organización como pueden ser la Gestión de Marca, los valores transmitidos o incluso los deadlines.
Sumergirte en sinergias de financiación colectiva ha de ir de la mano de una mejor gestión general de tu empresa, ya que trabajar colectivamente con otros grupos y/o entidades conlleva la necesidad de responder ante otros y por tanto requiere ser un profesional organizado y altamente responsable de los actos y las consecuencias de los mismos.
Si tienes un proyecto cultural y buscas un mecenas ten en cuenta que en época de depresión económica las organizaciones evitan llevar a cabo inversiones arriesgadas, así que contempla la posibilidad de una política económica tipo micromecenazgo, por dos principales razones:
1) Dificulta la negativa del potencial patrocinador debido a que si hay varios mecenas menor será la inversión capital que hayan de hacer cada uno de ellos.
2) Aumenta la independencia de tu gestión: aunque a priori pueda resultarte contradictorio que tener que negociar con varios patrocinadores te libre de dolores de cabeza, así es. Si tu financiación se nutre de una sola vía es más fácil que los contratiempos o los desacuerdos hagan vencer a tus deadlines; tienes que ser estratega ¡Nunca está de más contar con una vía alternativa.
Así que si estás buscando financiación contempla la posibilidad de adoptar una política estratégica tipo micromecenazgo.
4 Razones que le darás a tu futuro financiador para que no se te pueda escapar
Una vez hayas escogido un potencial/es mecenas para tu proyecto cultural que se adecue a tus objetivos y que correspondáis en valores y en filosofía empresarial es momento de llamar a la puerta.
A continuación tienes 4 argumentos de peso con los que convencerás a aquel que te propongas.
1. La cultura es una pieza en el desarrollo económico y social: apostar por el Fundraising Cultural es apostar por el bien común y educativo de nuestras sociedades. La industria del arte y del entretenimiento es uno de los sectores que más dinero mueven en el mundo y son parte del estímulo de innovación en cualquier sociedad. A su vez forma parte del desarrollo turístico y el estímulo para el desarrollo de mejores infraestructuras.
2. La cultura fomenta la cohesión social: La cultura no entiende de épocas, generaciones u orígenes; el arte forma parte del ecosistema de aprendizaje y de la educación de las personas. La cultura ha conseguido romper barreras y estereotipos hasta crear sinergias colaborativas entre profesionales de distinta procedencia, lo cual ha contribuido a nutrir equipos creativos multidisciplinares formados por miembros de diferentes partes del globo terráqueo. No hay más que visitar un espacio de Coworking para dar fe.
3. El Fundraising Cultural es branding para una marca:
Para una empresa puede ser muy beneficioso practicar el Fundraising Cultural ya que gana en términos de imagen de marca. La cultura es un valor al alza y para el mecenas comporta asociar a la marca a valores positivos, darle visibilidad y humanizar la empresa entablando así un vínculo de tú a tú con su audiencia. En este punto debes tener mucho cuidado con quien quieres asociarte; estudia a fondo su historial y evita asociarte con aquellos que no buscan iniciar una relación por amor al arte sino por puro interés de limpieza de imagen.
4. El Fundraising Cultural participa en la Economía del conocimiento:
La diversidad cultural es un recurso importante para el futuro. Las industrias que generan mayor rentabilidad (turismo, ocio y nuevas tecnologías) se encuentran intrínsecamente relacionadas con las actividades culturales.
Si quieres descubrir cuáles son los intereses que buscan las empresas en sus patrocinios, saber a quién acudir para materializar tus proyectos, elaborar dossieres que cautiven a los potenciales patrocinadores y cómo actuar en cada fase del proceso, apúntate al Curso de Emprendimiento ¡Y tendrás una visión integral de todo el proceso!