La crisis económica no sólo es sinónimo de recesión, sino también de oportunidad. El empresario estratega y optimista es aquél que ve los tiempos de dificultad bajo el prisma de la reestructuración y las nuevas oportunidades, agudiza su ingenio y busca nuevas líneas de expansión comercial de acorde a los recursos disponibles.
La empresas que participan del comercio exterior son aquellas que capean mejor la crisis. Según un informe de Iberinform, las empresas que exportan son las que más crecen y menos se endeudan y, a la postre, son más rentables que aquéllas que se dedican meramente al mercado nacional.
Si te dedicas al comercio y estás pensando en exportar debes saber que la exportación es un proceso complejo que engloba más la captación de clientes en el extranjero, para vender en en extranjero e incrementar la facturación. Sin embargo, esta aventura llevada a éxito, equivale a una mejora de la competitividad y los rendimientos de escala, fruto de las oportunidades que brinda acceder a nuevas demandas de mercado.
El fracaso es duro pero más duro es el hecho de no intentarlo. ¡Pero cuidado, lidia con tu espíritu explorador! El éxito para acceder a mercados internacionales vendrá dado por una adaptación de los propios recursos y las dinámicas empresariales a las nuevas líneas de negocio.
Para exportar hace falta estrategia y conocer los entornos en los que nos movemos. Te proponemos algunos primeros pasos claves para obtener el impulso necesario para emprender tu andadura en el extranjero e introducirte a los mercados internacionales con éxito.
Aspectos Clave para una Estrategia de Exportación de Éxito
- Conócete a ti mismo: el primer proceso que tienes que hacer antes de emprender nuevos caminos es realizar un diagnóstico de la situación en la que se encuentra tu empresa para poder delimitar tanto la viabilidad de absorber una dinámica de expansión, como delimitar con qué recursos cuentas y el valor añadido que puede aportar tu producto en las nuevas sendas.
- Tantea el terreno: como conquistador de nuevos territorios, debes conocer la información socio-económica y demográfica de tu víctima, manejar datos a nivel micro y macro del entorno o considerar las barreras aduaneras de los mercados en los que quieres practicar el comercio exterior, son datos que debes manejar con soltura para poder calibrar todos los pros y contras de iniciar un proyecto de esta envergadura y concluir si ese mercado representa una verdadera oportunidad de negocio para ti.
- Hazte un hueco: una vez seleccionado el mercado diana, tendrás que decidir cómo operar en el territorio y la tipología de sinergias colaborativas que quieres llevar a cabo en el extranjero. De este modo se debe considerar si la exportación sera directa, indirecta o concentrada.
- Adapta tu estrategia a las «nuevas normas del juego»: entrar en un nuevo mercado significa empezar a operar desde un posicionamiento distinto al que se ocupa en el país de origen. Esto conlleva llevar a cabo dinámicas de marketing internacional, forjar una estrategia de precios y considerar la inversión necesaria para adaptar tu producto o crear valor añadido en el nuevo mercado.
- ¡Sé legal!: conocer la documentación necesaria para la realización de los trámites o tener nociones sobre marcas, patentes y propiedad industrial e intelectual es un factor clave.
- Llega a tu mercado: no sólo se debe tener en cuenta la logística y los regímenes aduaneros, sino que en el comercio exterior también entran en juego procesos como los Incoterms (condiciones de entrega de los productos).
- Analiza tus costes: Todos los proyecto viables tienen a sus espaldas una buena gestión financiera. En tu caso, procesos como los de cartas de crédito, remesas documentarías o seguros te serán de gran relevancia y la obtención de apoyo financiera mediante créditos como el ICO.
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